Pablo Cayetano Valdivia Hurtado, mi hijo, nacio hace poco mas de quince dias. Tengo miles de pequenias historias mamonas sobre el parto que podria reproducir en este blog, pero no vale la pena...la chochera es escencialmente un asunto privado, repleto de pudores.
Pero hay alguna alquimia extrania que se da en los primemos minutos de vida y que aun me tiene tiritando: Pablo abrio los ojos y me dio una mirada serena y calida, de varios segundos, profunda, fundacional, severa, como pasandome la cuenta anticipada y al mismo tiempo perdonandome, tambien por adelantado, por los errores que ambos sabemos cometere en su (mi) vida. Fue emocionante...fue un alivio.
El resto es mio y solo mio.
Es de esperar que Pablo (o Cayetano, independiente de cual de los dos decida ser) tenga una existencia medianamente tibia y que se enamore de alguna dimension de la vida...para que el resto se le haga resistible, bancable. Intuyo que es poco lo que podre hacer directamente por eso, por mas que me esfuerce, pero no por eso dejare de hacerlo.
Bienvenidos esos piececillos...nuevos, limpios, suaves, suyos.
Por ahora, say no more.
Death or Glory!
:::v:::
4 comentarios:
piececitos de valdivia
calientitos de vida
ahora son solo pies
mañana será todo un pez.
Primera vez que leo tu blog. Y como hija de 23 anios, extranjera casi, o no, pero chilena en lo que recuerdo y siento mas que en lo que veo, y quizas algun dia madre, te cuento, que al leer el blog dedicado a mi sobrino, casi se me caen unas lagrimas, y si llegue a sentir un pequenio nudo en la garganta. Como quiere un padre a un hijo, que es sangre mia tambien, el hijo...no se, quizas mi padre penso lo mismo, la primera vez que nos miramos. Gracias Andres! te quiero!
Florencia querida...gracias por participar en el juego de este blog.
Y mas aun, a proposito de pablo
LOVE
de nada mi amor!
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